GENEALOGÍA DEL TAROT

Mitos y Juegos. “Érase una vez un rey y una reina. Eran hermano y hermana y gobernaban al principio de los tiempos. Él se llamaba Gea y dominaba la tierra, su hermana Nut reinaba en el cielo. Ambos se amaban con un amor incestuoso. Ra, el dios Sol, soberano creador, se dio cuenta de esto e, indignado, prohibió a dar a luz en cualquier mes de cualquier año. Sin embargo, la reina tenía otro amante, Toth, el escriba divino, un erudito en letras y artes y maestro de los juegos. Buscando desviar la maldición del Sol, se presentó ante la Luna y le propuso una partida del juego de mesa. Ganó el juego y la Luna se vio obligada a darle la septuagésima parte de las noches en las que ella brillara. Con la suma de todas estas fracciones de luz juntas, Toth formó cinco días, que sumó a los otros trescientos sesenta. En estos días, al no formar parte de un mes del año, Nut pudo dar a luz a cinco hijos: Osiris, Heroeris, Seth, Isis y Neftis.” Extracto del libro Historia del Tarot de Isabelle Nadolny.

Mehen. “El Mehen, que se juega en una mesa plana y redonda, imita la forma de una serpiente enrollada sobre sí misma y es uno de los juegos más antiguos de la historia. Apareció en el primer milenio antes de Cristo.” Extracto del libro Historia del Tarot de Isabelle Nadolny.

Senet. “En egipto faraónico también conoce al senet, otro juego de mesa con peones y dados.” Extracto del libro Historia del Tarot de Isabelle Nadolny.

Adivinación y Onirología. “En egipto […] se practicaba principalmente a través de la consulta de oráculos, especialmente desde el Nuevo Imperio (desde 1552 a. C.). Esto se hacía por medio de preguntas a los dioses escritas en papiros o fragmentos de cerámica que les eran entregados en los templos o durante las procesiones. Los oráculos se hacían por medio de signos manifestados por las estatuas de los dioses o por las palabras de los sacerdotes. Estas preguntas han sido testigos notables de la vida y las preocupaciones de los antiguos egipcios. Se le preguntaba al oráculo quien había cometido tal o cual robo, si convenía casarse con ta o cual mujer, consultar a un médico para tratar los dolores oculares o para realizar tal o cual viaje, cuando era apropiado comenzar a sembrar…¿No están estas antiguas preocupaciones sorprendentemente cerca de las nuestras? Cabe señalar que en esa época ya se practicaba la ornitología, es decir, la adivinación a través de la interpretación de los sueños. Los oniromantes, que también encontramos en Babilonia, Roma o Atenas, eran consultados para averiguar el significado de los sueños.” Extracto del libro Historia del Tarot de Isabelle Nadolny.

Tabas. “En la antigüedad clásica, en primer lugar los griegos y más tarde los romanos se jugaba con dados y tabas (actualmente sabemos que las tabas más antiguas se han encontrado en Virna, Bulgaria y datan de 4200 a.C.). […] Sabemos que tenían un nombre para las cuatro caras de las tabas […], así como las principales tiradas.” Extracto del libro Historia del Tarot de Isabelle Nadolny.

Dados. “A diferencia de las tabas, que son objetos de la naturaleza (pequeños huesos de animales), los dados son creaciones humanas, que probablemente aparecieron en el valle del Indo unos dos mil años antes de Cristo. Utilizados por los antiguos egipcios, griegos, romanos, siguen siendo uno de los juegos favoritos de la Edad Media. Incluso hoy en día, siguen siendo el juego de azar por excelencia.” Extracto del libro Historia del Tarot de Isabelle Nadolny.

Azar. “¿De dónde proviene la palabra azar? Procede del árabe az-zahr que significa el dado. Hasart era también el nombre de un juego de dados en la Edad Media, así como cheance. En los diccionarios del francés antiguo, encontramos una definición de estas palabras: una especie de juego de dados. La cheance se define también como «tirar los dados, cantidad de puntos que se obtienen tirando los dados», y chancer como «jugar a juegos de azar», es decir, el juego de los dados.” Extracto del libro Historia del Tarot de Isabelle Nadolny.

Destino. “La mayoría de los videntes u oráculos, como la pitonisa de Delfos o los profetas del Antiguo Testamento, darán testimonio de los designios de los dioses o de dios sobre el destino de una persona, una ciudad o un pueblo. El destino esta vez introduce la idea de determinación. La palabra viene del latín destinare, que significa «planificar, destinar». […] Los antiguos griegos consideraban que el destino era una autoridad superior a los dioses. Los cristianos lo asimilarán a la divina Providencia. Por eso, ciertas prácticas de adivinación serán prohibidas por la Iglesia, para la cual «el futuro pertenece sólo a Dios».” Extracto del libro Historia del Tarot de Isabelle Nadolny.