Extracto de “La vía del Tarot” de Jodorowsky, A. & Costa, M. (2006).
Aquí se estabilizan las ideas. Esta carta evoca el racionalismo, todos los aspectos de un pensamiento bien asentado y cierta madurez intelectual. También es el espíritu práctico, capaz de actuar útilmente en la realidad. El intelecto es organizado, estable, sabe funcionar por generalización. Tiene una tendencia conservadora en sus opiniones. Le puede faltar algo de chispa, de sal. Los aspectos negativos de esta carta remiten a todo lo referente al racionalismo obtuso, a las ideas fijas, a lo mental preso de sus conceptos, pero también a las teorías no vividas del hablador y al rechazo a la intuición. En el peor de los casos, el intelecto se vuelve tiránico.